Indice de la Fórmula de Concordia #1

Por Emanuel Swedenborg
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Indice de la Fórmula de Concordia

1. ÍNDICE DE LA FORMULA DE CONCORDIA

ADAN, ver el pecado, el libre albedrío, el bautismo

De la Fórmula de Concordia:

- Después de la caída de Adán, todos los hombres nacen en pecado, lo cual condena y trae la muerte eterna a aquellos que no han nacido de nuevo por el bautismo y el Espíritu Santo, pp. 9, 10.

- La causa del pecado es la voluntad de los malvados, es decir, del diablo y los hombres impíos, p.15.

INMORTALIDAD DEL ALMA, ver Resurrección LIBRE VOLUNTAD, ve también Adán

De la Fórmula de Concordia:

- La voluntad del hombre tiene cierta libertad para obrar una justicia civil y elegir cosas que la razón pueda alcanzar; pero no tiene poder para obrar la justicia de Dios sin el Espíritu de Dios.

- Se citan diversas obras de la razón por la cual el hombre tiene cierta libertad, p 15.

- El hombre externo es capaz de retener las manos del robo y el asesinato, sin embargo, no puede trabajar los movimientos internos, p. 15.

BAUTISMO, ver Sacramentos y Adán

De la Fórmula de Concordia:

- El bautismo es necesario para la salvación, y por eso se ofrece la gracia de Dios, p. 12.

CEREMONIAS

- En las Iglesias no es necesario que las tradiciones humanas, los ritos o las ceremonias sean iguales, p. 11. Varios asuntos sobre ceremonias, pp. 13, 14

CARIDAD, vea Obras, Justificación, Fe.

CRISTO

De la Fórmula de Concordia:

- Se lee en el Credo de los Apóstoles: Creo en Dios el Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la Virgen María; y en el Espíritu Santo, p. 1.

Del Credo de Nicea:

Yo creo en un solo Dios, el Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, siendo de una sola sustancia con el Padre, que descendió del cielo, y fue encarnado por el Espíritu Santo en la Virgen María; y en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, quien procede del Padre y del Hijo, pp. 1, 2.

Del Credo de Atanasio: Creo en Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo: hay tres Personas, y cada uno es Dios y Señor; y estos tres son consustanciales, es decir, de una sustancia. El Hijo es engendrado desde la eternidad: y en Él, Dios y el Hombre, Divino y Humano, son una Persona, ya que el alma y el cuerpo son uno en el hombre, pp. 2-4.

Observación: De las citas dadas arriba, está claro que en el Credo de los Apóstoles se habla de un Hijo de Dios engendrado en el tiempo y no desde la eternidad, y así se lo reconoce. No así en los dos credos que siguen. Además, en el Credo de los Apóstoles, el Espíritu Santo es nombrado sin ninguna adición; Él no es llamado Dios ni Señor. De esto es obvio que en la fe de la iglesia primitiva Dios era Uno, y de Su propio Espíritu o esencia, nuestro Señor Jesucristo había sido concebido y el Hijo de Dios había sido engendrado en el mundo o en el tiempo, según los escritores. de los evangelios.

La Palabra, es decir, el Hijo de Dios, tomó a Él la naturaleza del hombre, de modo que dos naturalezas, la Divina y la Humana, se unieron inseparablemente en Cristo, pág. 10.

La encarnación tuvo lugar para que Él pudiera reconciliar al Padre y convertirse en un sacrificio tanto por la culpa original como por los pecados reales, además de muchas otras cosas de los Credos, pág. 10.

Cristo es mediador, propiciatorio, sumo sacerdote e intercesor. Este Cristo debe ser invocado, porque Él ha prometido que escuchará nuestras oraciones, y le gusta esta adoración especialmente, a saber, que Él sea invocado en todas las aflicciones, pág. 19.

CIELO, ver resurrección

CENA DEL SEÑOR, ver Sacramentos

De la Fórmula de Concordia:

- En la Santa Cena, el cuerpo y la sangre de Cristo están verdaderamente presentes y se comunican a los que comen, pág. 12.

No se sabe cuándo y con qué autoridad se dividió ambos tipos entre los papistas: sin embargo, algunos de los Padres testifican que la sangre también se entregó a la gente; y el papa Gelasio ordena que el Sacramento no se divida (Dist. 2 de Consecratione), pág. 21.

CONSEJOS

DECÁLOGO, ver Obras, Caridad, Arrepentimiento, Fe, Justificación.

Dios, ver Cristo y Trinidad

Con respecto a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en los tres credos, de los Apóstoles, de Nicea y de Atanasio, ver Cristo.

IGLESIA

De la Fórmula de Concordia:

- La Iglesia es la comunión de los santos en la que se enseña correctamente el Evangelio y se administran correctamente los Sacramentos, pág. 11.

- La Palabra y los Sacramentos son efectivos incluso cuando son administrados por hombres malvados, contrariamente a la opinión de los Donatistas, pág. 12.

ELECCIÓN, ver Predestinación

EVANGELIO, ver Justificación, Fe, Caridad, Obras, Decálogo

FE, ver Justificación, Caridad, Obras, Adán.

De la Fórmula de Concordia:

- Por la Palabra y los Sacramentos, como por los instrumentos, el Espíritu Santo es dado Quien trabaja en la fe, dónde y cuándo agrada a Dios, en aquellos que escuchan el Evangelio, pág. 11.

- Obtenemos la justificación, el perdón, la gracia y la justicia no por obras sino solo por la fe, creyendo que somos recibidos en favor por el amor de Cristo, quien solo es nombrado mediador y propiciador, por quien el Padre se reconcilia, pp. 16- 19. Debido a que el Espíritu Santo es recibido por la fe, nuestros corazones se renuevan y se ponen nuevos afectos que podemos producir buenas obras; porque así dijo Ambrosio: La fe es el principio de una buena voluntad y de una buena acción, pág. 18.

- La fe no es un conocimiento como el de los malvados, sino una confianza que consuela y levanta las mentes inquietas, de Agustín, pág. 18.

HEREJES

De la Fórmula de Concordia:

- Pablo de Samosata estableció una Persona, y astuta y maliciosamente engañó, a la manera de los retóricos, acerca de la Palabra y el Espíritu Santo, p. 9.

- Algunas cosas acerca de los anabaptistas, pp. 11-14.

- Sobre los donatistas, p. 12.

- Novacianos, p. 13.

- Pelagianos, p. 15.

INMORTALIDAD DEL ALMA, ver Resurrección.

JUICIO FINAL, ver Resurrección.

INFIERNO, ver Resurrección.

JUSTIFICACIÓN, ver Fe, Arrepentimiento, Caridad, Obras.

De la Fórmula de Concordia:

- Los hombres no pueden ser justificados ante Dios por sus propias fuerzas, méritos u obras, sino que son justificados libremente por el amor de Cristo a través de la fe, cuando creen que son recibidos en favor y sus pecados son perdonados por el amor de Cristo, quien por su muerte ha satisfecho. por nuestros pecados. Esta fe que Dios imputa por la justicia delante de él, Romanos 3 y 4, pp. 10, 11.

- La justificación y la remisión de los pecados es aprehendida por la fe, etc., pág. 11.

LEY, ver Obras, Decálogo.

LIBRE VOLUNTAD, ver Libre albedrío, Adán.

OBRAS, ver Justificación, Fe, Caridad, Arrepentimiento, Decálogo, Ley.

De la Fórmula de Concordia:

- Nuestras obras no pueden reconciliar con Dios, ni merecen la remisión de los pecados, la gracia y la justificación, sino que esto lo obtenemos solo por la fe. Por lo tanto, el que confía en sus propias obras para merecer la gracia, desprecia el mérito de Cristo y busca por su propio poder venir al cielo, pág. 16; ver Fe.

- Las conciencias no pueden ser tranquilizadas por ninguna obra, sino solo por la fe, cuando creen con seguridad, que tienen un Dios que es propiciado por causa de Cristo, pág. 17.

- Es necesario hacer buenas obras, no para que podamos confiar en que merecemos la gracia de ellos, sino porque es la voluntad de Dios. Porque los poderes del hombre sin el Espíritu Santo están llenos de afectos perversos, y son demasiado débiles para realizar buenas obras ante Dios; porque están en poder del diablo, que etc. p. 18.

PAPADO, ver Pontífice.

PECADO, ver Adán, Bautismo, Libre albedrío.

PERSONA

- Hay una esencia divina que se llama Dios, y sin embargo, hay tres Personas de la misma esencia y poder que también son co-eternas, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pág. 9.

- Persona significa no una Parte o calidad en otra, sino aquello que subsiste adecuadamente, pág. 9; Cada uno subsiste por sí mismo aparte de otro.

- La doctrina de la fe enseña cómo debemos hacer buenas obras; pues sin fe, la naturaleza del hombre no puede de ninguna manera realizar las obras del primer o segundo mandamiento. Sin fe, no puede invocar a Dios, sino que busca la ayuda del hombre y confía en la ayuda del hombre, págs. 18, 19.

ARREPENTIMIENTO, Ver Obras y Decálogo.

De la Fórmula de Concordia:

- Se debe conservar la absolución privada, aunque no es necesario enumerar todos los delitos en la confesión, pág. 12.

- El arrepentimiento consta de estas dos partes: 1. Contrición o terror ante el reconocimiento del pecado. 2. La fe que se concibe como resultado del Evangelio, o la absolución que libera [la conciencia de los terrores]. Luego deben seguir las buenas obras, que son frutos del arrepentimiento, pág. 12.

- Muchos creen que la confesión ante el Sacramento, especialmente la absolución, es como una voz que suena desde el cielo, y que la fe adquiere el perdón de los pecados, págs. 27, 28.

- La enumeración de los pecados no es necesaria, ni la conciencia debe cargarse con todos ellos, en la medida en que es imposible [contar todos los pecados]; según Crisóstomo, deben ser revelados y confesados ante Dios en oración; deben ser pronunciadas no con la lengua, sino con la memoria de la conciencia, pp. 27, 28.

PONTÍFICE

De la Fórmula de Concordia:

- Antiguamente los papistas enseñaban las obras innecesarias que se nombran, pero luego comenzaron a unir la fe y las obras; esta doctrina es más tolerable que la anterior, p. dieciséis.

- De los dos tipos en la eucaristía, pág. 21.

- Del matrimonio de los sacerdotes, pp. 21-3.

- De la adoración de los santos, pág. 19.

- De la misa, pp. 23-6.

- De la distinción de carnes, pp. 28-32.

- De los votos monásticos, pp. 32-7.

- De poder eclesiástico, pp. 37-44.

PREDESTINACIÓN

RESURRECCIÓN

De la Fórmula de Concordia:

RITOS, ver Ceremonias.

SACRAMENTOS, ver Bautismo, Cena del Señor.

De la Fórmula de Concordia:

- Los sacramentos son signos y testimonios de la voluntad de Dios para estimular y confirmar la fe; son así por el bien de la fe, p. 13.

SACRIFICIO, ver Sacramento.

SALVACIÓN, ver Resurrección.

ESCRITURAS SAGRADAS, ver Palabra.

ESPÍRITU SANTO, ver Cristo.

CREDOS, ver Concilio.

De la Fórmula de Concordia:

- Los tres credos, de los Apóstoles, el Niceno y el de Atanasio están establecidos palabra por palabra, pp. 1-4.

- Con respecto a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en esos tres Credos, ver Cristo.

TRINIDAD, ver también Cristo.

- Con respecto a Dios, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, en los tres Credos, de los Apóstoles, el Niceno y el de Atanasio, ver Cristo.

- Con respecto a una esencia divina que es Dios, y tres Personas en Él, pág. 9; ver Persona.

PALABRA

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