432. La forma inicial del hombre en la concepción.
La naturaleza de la forma inicial o primitiva del hombre en la matriz, después de la concepción, es imposible de conocerse. Porque esto no se puede ver; además, está formada de sustancia espiritual, que no es visible por la luz natural. Ahora, porque muchos en el mundo son de tal carácter que aun se esfuerzan en investigar el elemento primitivo del hombre, que es la semilla del padre, por el cual se efectúa la concepción; y por muchos de ellos han caído en el error de que el hombre está completo desde su primitiva formación, que está comenzada y después perfeccionada por el crecimiento: me fue revelado cual es en su forma está incoación o este primero. Esto lo hicieron los ángeles, a los que le fue revelado por el Señor. Ellos han hecho de este asunto su sabiduría, y el gozo de su sabiduría es comunicar a otros lo que saben. Y por lo mismo, por permiso que les fue concedido, presentaron delante de mis ojos a la luz del cielo un tipo de la forma inicial del hombre, que fue así. Apareció algo como la miniatura de un cerebro, con una delicada delineación de parte de la cara en la frente, sin sus apéndices. Esta forma primitiva, en su porción superior y conexa estaba compuesta de glóbulos adyacentes o esferuelas compactas, y cada una de ellas esferuelas estaba compuesta de otras muchas, aun más pequeñas, y cada una de esas a su vez de otras muchas, más diminutas aun, eran todas ellas de tres grados; en la porción delantera y plana de delineaba lo que parecía ser la cara. La porción convexa estaba cubierta con una membrana finísima o meninge transparente; esta porción convexa que era el tipo del cerebro, en su más diminuta forma, estaba dividida en dos, como el cerebro en su gran forma está dividido en dos hemisferios, y se me dijo que la derecha era el receptáculo del amor, y la masa izquierda el receptáculo de la sabiduría, y que por un maravilloso entretejido, eran como asociados y compañeros.
Después de eso, en luz del cielo, que brilla, se me mostró que la estructura de este pequeñísimo cerebro estaba interiormente, cuanto al sitio y al flujo, estaba en el orden y en la forma del cielo, y que su estructura exterior estaba en oposición con esta orden y esta forma. Después que vi y examiné estas cosas, los ángeles me dijeron que los dos grados interiores que estaban en la orden y en la forma del cielo, eran os receptáculos del amor y de la sabiduría procediendo del Señor; y que el grado exterior que estaba en oposición con el orden y la forma del cielo, era el receptáculo del amor infernal y la locura infernal; y esto, porque el hombre, por profanaciones, nasce en los males de todo género, y que estos males residen allí en los extremos; y que esta mancha no es apartada, a no ser que sean abiertos los grados superiores que, como fue dicho, son los receptáculos del amor y de la sabiduría procedentes del Señor. Y como el amor y la sabiduría son el hombre mismo, porque el amor y la sabiduría en su esencia son del Señor, y esta forma primitiva del hombre es su receptáculo, se sigue que en esta forma primitiva hay un esfuerzo constante hacia la forma humana, la que gradualmente asume.
FIN